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1914_04_13 Conocerán la Verdad y la Verdad Les Hará Libres


Ани

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Conocerán la Verdad y la Verdad Les Hará Libres

                                                                “… y conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres.

                                                                                                                                         Juan 8:32

 

Todos los seres humanos aspiran a la Libertad. Bajo la palabra “Libertad” entendamos la amplitud de nuestras acciones, nuestros pensamientos y deseos escondidos dentro de nosotros mismos, como también la eliminación de todas sus condiciones limitativas. La Libertad es un atributo del Espíritu. Quitar la Libertad de alguien, es una caída. La pérdida de las condiciones de desarrollo limita la Libertad. Por ejemplo, si uno pierde una parte de su cuerpo- una mano, una pierna etc., eso es disminución de su Libertad. La pérdida de la razón, el pensamiento, la vista, el oído y de todos los sentimientos en general, resulta con una limitación total de la Libertad.  

 

La Verdad es el prerrequisito para la recuperación de la Libertad del Espíritu. La Libertad sobreentiende tres condiciones. La primera es la Libertad del cuerpo. La segunda es la Libertad de la voluntad y la última es la Libertad del corazón que es indispensable para la manifestación de los sentimientos y del pensar. Cristo dice:” La Verdad os hará libres.” La Verdad nos enseñará el camino hacia la Libertad. No todos nuestros pensamientos, deseos y voluntad nos traen la Libertad. Cada palabra es una granada lanzada. Cada palabra representa una composición de varios pensamientos. Una palabra mala o un pensamiento malo pueden privarnos de nuestra Libertad. Al decir una palabra ofensiva causamos efectos negativos.

 

Siempre debemos tener una medida con la que podamos probar y medir nuestros pensamientos y deseos. Esa medida, esa piedra de toque es Cristo. Él debe estar delante de nosotros y dentro de nuestras mentes a cada rato.  Cuando siempre estamos en Cristo, prolíficamente nacen dentro de nosotros pensamientos, deseos y aspiraciones a hacer algo y esa es una buena señal, pero sin embargo debemos saber exactamente cuáles de entre ellos elegir ya que no todos son de la misma cualidad.

 

Los pensamientos y los deseos son como las piedras sueltas de una gran carrera. Esas piedras sueltas sirven para la construcción del futuro cuerpo humano que es el cuerpo espiritual.  Los pensamientos y los deseos llegan a nosotros desde distintas destinaciones. Debemos poseer la habilidad de escoger las piedras adecuadas para la construcción del cuerpo espiritual y, además de piedras, necesitamos también varios materiales más como metales, madera, etc. Existen Espíritus que nos están vendiendo barato o caro de todos los materiales. Cuando nos venden los materiales caro, eso significa que nos han engañado con su precio real. Cristo quiere hacernos libres. Nos hemos comprometido con miles de obligaciones. Primero llegan las obligaciones hacia los padres, luego hacia los hermanos, después hacia la esposa y los hijos, más tarde hacia la sociedad, etc. Es un arte saber cómo actuar en cada una situación. La Libertad supone derechos y obligaciones. Una sociedad que posee solamente obligaciones o solamente derechos no podrá sobrevivir, porque es necesario poseer los dos procesos que deben ir juntos. Nuestros derechos se limitan según la exigencia de nuestras necesidades. Si tenemos más de lo que necesitamos se producirá una reacción inversa. Donde hay más miel, habrá más abejas para comerla. Donde hay más riqueza habrá más Espíritus malignos a su alrededor. La riqueza es necesaria para la Libertad, pero debemos ser atentos, porque junto con los bienes, que recibimos de ella, pueden llegar hasta nosotros maldades también. Por ejemplo, uno puede llegar a ser perezoso, orgulloso, etc.

 

En la enseñanza de Cristo el valor del alma humana depende de las calidades interiores-  estar unidos a Dios, es decir estar armados con la Verdad y esto es vestirnos de Amor.

 

Nosotros conocemos el Sol a través de su luz y calor. De la misma manera conocemos a Dios a través de la Verdad y el Amor. Cuando la Verdad entra en nuestra mente- nosotros pensamos y cuando viene el Amor- nosotros actuamos. La Verdad es el estado rudimentario del alma. Al tenerla siempre sentiremos un empuje- la vejez no existirá, habrá solamente eterna juventud y nos sentiremos llenos de energía a cualquier edad. Las dificultades en la vida son una bendición para nosotros. Ellas representan una condición necesaria para que nos levantemos y nos pongamos a trabajar en orden a superarlas aspirando a la adquisición de los bienes anhelados.

 

Todos los órganos y las partes de nuestros cuerpos existen para servirnos, pero al mismo tiempo nos pueden limitar y por eso debemos conocer sus funciones, para saber utilizarlos bien. Actualmente la creación de nuestro cuerpo Espiritual es nuestra responsabilidad. Hasta ahora este cuerpo solía dejarnos como también solía separarse de nosotros. Debemos emparentarnos con los espíritus que constituyen y al mismo tiempo viven en nuestro cuerpo y soportan nuestra vida. Según las palabras de Cristo esto significa que debemos emparentarnos con El Cielo, puesto que la entrada a la familia Celeste es nuestra obligación. Cristo mismo se unió a todos los espíritus. Su sacrificio por nosotros no se limita solamente a la crucifixión. Todo el mundo en el que estamos viviendo existe gracias a Él y por eso mismo Le amamos. Cristo nos ha dejado una gran riqueza para que la utilicemos sin quedarnos atados a ella. Él nos ha dado esa riqueza para beneficiarnos de ella y no para dividirla. Cristo se sacrificó por esa riqueza y si no la utilicemos bien, Él nos la va quitar. Él nos la ha dado para poder crecer espiritualmente y para prepararnos para la vida Angélica. Esto quiere decir, que después de nuestra evolución en esta vida deberemos traspasar en otra vida más elevada en el mundo de los Ángeles.

 

Cristo quiere de nosotros que utilicemos la piedra de toque que es nuestro Alma Divina. Al encontrarla seremos libres. Cristo ha enseñado a la gente de este mundo cómo encontrar su alma perdida- el tesoro escondido. Muchas almas están apostadas y por eso debemos canjearlas. Al bajar desde el cielo hacia la tierra, los seres humanos han apostado sus almas y por eso deben canjearlas.  Todas las civilizaciones antepasadas han cultivado y trabajado la superficie de la Tierra acumulando suelo sobre ella y ahora nosotros debemos trabajar con nuestras almas con el mismo suelo; por eso es importante tener las condiciones favorables, es decir tener la piedra de toque que es transformación, perdón, etc. Así es como sucede el proceso del renacimiento. Para poder adquirir la piedra de toque debemos ser libres; para ser libres debemos agradecer por todo lo que nos sucede: tanto por lo bueno, como por lo malo también. Eso significa que Cristo vive dentro de nosotros y cualquier tipo de trabajo tendrá para nosotros la misma importancia. Nunca tendremos la oportunidad de ocupar una posición más alta si no hemos hecho bien el trabajo pequeño que nos ha sido asignado. Dios envía también a sus Ángeles a servir a un alma pecadora para poder salvarla. Siempre debemos empezar por las cosas pequeñas y dirigirnos hacia las cosas grandes y no pensar que siendo libres ya no tenemos la responsabilidad de hacer cualquier trabajo. Dios ha creado la tierra y cuando ella cumple con sus tareas, sus partículas se van a expandir y a consecuencia de eso ella terminará de existir.

 

Todas nuestras acciones en el mundo representan un hecho colectivo porque estamos conectados con muchos seres espirituales. Cada un pensamiento es una obligación, o sea una póliza que pertenece a cierto Espíritu que nos guía y nos vigila. Por esta razón no debemos desear cosas grandes en la vida porque al desearlas es nuestro derecho obtenerlas, pero luego el Espíritu nos va a decir: “Ahora tienes que pagármelas.” Si no encontramos alguna manera de pagar nuestras deudas, vendrán los sufrimientos, las limitaciones, las enfermedades, etc.
 

Cada un ser humano que está en un estado de rabia, ha sido robado por los Espíritus, porque al abandonar su cuerpo físico a través de la rabia, deja a los Espíritus que le roben. Por lo cual siempre debemos vigilar y proteger nuestra ”casa”, nuestro cuerpo que es nuestra Libertad. Si habitamos casas ajenas, cada un rato nos pueden echar fuera.

 

La cosa más importante en este momento es poder diferenciar nuestros pensamientos y deseos y anhelar que se cumplan solamente los que nos van a beneficiar.  Será entonces cuando podamos decir: “Dios los ha asignado a nosotros.”
 

Burgas, 13(26) de abril de 1914  


Esta conferencia ha sido compilada, usando los apuntes de Mincho Sotirov, Ivan Gavrilov y Velichka Stoycheva.

 

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