Ани Публикувано 27 Октомври, 2022 Сподели Публикувано 27 Октомври, 2022 ARMONÍA DE LOS SENTIMIENTOS Y LAS CAPACIDADES Lección dada por el Maestro Beinsá Dunó а la Clase Oculta Juvenil, el 7 de mayo de 1937, viernes, a las 5 a.m., Sofía – Izgrev. “Padre nuestro” – oración. Escribid sobre las dos palabras: valeroso y diestro. Frecuentemente utilizáis la expresión ten fe. ¿Qué comprendéis bajo esta expresión? ¿En qué puede creer el hombre? – En todo aquello positivo que no has probado. Por ejemplo, compras azúcar del tendero – debes tener fe que de que es buena; compras miel o frutas, o ropas, o algún caballo – de todas maneras debes creer. ¿Cuáles son las señales por las cuales se conoce que un hombre cree? ¿Cómo conoceréis que un hombre cree en aquello que decís? En el principio, él tendrá fe en vuestras palabras, luego perderá la fe y dejará de creer. En la universidad, por ejemplo, creéis en un profesor de que comprende su disciplina, pero luego algunas cosas empiezan a parecerles exageradas y comenzáis a perder la fe. En la pérdida de la fe ya se entrometen algunas comprensiones y capacidades. Vosotros comenzáis a sospechar de este profesor. ¿Qué cosa es la sospecha?, ¿es un pensamiento? La sospecha no es un pensamiento. ¿Cuál es el origen de la sospecha? Imaginad que sois un maestro en la escuela elemental y explicáis a los niños qué cosa es la sospecha. Vosotros debéis aprender a enseñar. Yo veo que como maestros de sí mismos, vosotros no sabéis enseñar la sospecha, o sea, a los demás la enseñáis mejor que a sí mismos. Cuando enseñas la sospecha a ti mismo ¿qué debes aplicar? Por ejemplo, sospechas de la demás gente, pero a ti mismo no te sospechas; ¿por qué? Cuando sospechas de los demás, simultáneamente puedes hacer una diferencia fina y comenzar a sospechar de ti, de que de alguna manera eres interesado. ¿En qué condiciones el hombre puede ser interesado? Imaginad que en alguna escuela elemental, en la secundaria o en el bachillerato, un maestro está de alguna manera indispuesto hacia un alumno dado, es muy tacaño en cuanto a las notas, apenas le pone un tres, a veces le pone dos y medio, o a veces dos y tres cuartos, o tres menos. ¿Cuáles son las consideraciones de este maestro? Ahora, a primera vista, a vosotros se os ve ridículo este trabajo, pero de todas maneras él debe tener alguna idea. La nota dos y medio no es musical – ¿cómo puede ponerse un tacto de dos y medio? Musical es 5/2. Por tanto, a este alumno le cojea el tiempo, por eso no le va bien. Cuando pone una nota en la cual hay y mitades, el maestro ya valora el tiempo. Y cuando hay notas en forma de fracción el alumno no comprende el tiempo. Por ejemplo, tenéis un tacto de dos cuartos o cuatro cuartos del tiempo. ¿Qué tacto es este?, ¿podéis medirlo con un archín? (un archín es una medida turca de longitud, que es igual a 68,75 centímetros – n.d.t.) Podéis – de todas maneras hay un tiempo, hay cierto movimiento, con el cual como si estuvieras midiendo algo que ha pasado. A veces podéis cantar cómo un dolor aparece y aumenta – con el aumento, vosotros comenzáis a producirse un tacto musical. Digamos que aumenta en fortísimo. Y así, tenéis un dolor – comenzáis a cantar, éste aumenta – aumentáis el tacto; comenzáis a enlentecer el tacto – el dolor empieza a disminuir. Ahora, esto se os ve ridículo y decís: “A mí me duele, ¡y que comience a pensar!” Cuando comencéis a pensar, empezaréis a curarse del dolor. A veces sentís dolor o bien en la cintura, o bien en las caderas, o bien en las piernas, o en alguna parte de las articulaciones y dirigís vuestra atención ahí. Cuando vuestros pensamientos y sentimientos están enfocados en una zona, vosotros retenéis ahí más sangre. Y ahí donde se retiene más sangre, hay una mayor tensión. El dolor no es otra cosa, sino una mayor tensión en el sistema nervioso. Vosotros tenéis miedo de que se rompa por el dolor algún nervio, o de paralizaros. A veces el dolor es tan fuerte que vuestros nervios no funcionan. Así que digo: debéis trasladar vuestro pensamiento. El dolor siempre muestra que tenéis más humedad de la que os hace falta. En general, por dos causas podéis enfermarse – o tenéis mucha humedad, o tenéis gran sequedad. Cuando tenéis mucha humedad ¿qué debéis hacer? Ahora en el mundo hay mucho más sentimientos que pensamiento, a consecuencia de lo cual el tiempo es muy húmedo. Por eso toda la gente en Bulgaria y Europa pueden decidirse, y que esta humedad se quite. Ahora, en este pensamiento no hay ninguna conexión lógica y vosotros os preguntáis ¿qué relación hay entre la humedad externa y la enfermedad interna? El dolor puede explicarse con otra cosa: cuando la digestión no ocurre como debería, o el alimento no está depurado, algunas substancias medio-orgánicas quedan bajo la forma de partículas sedimentarias alrededor de las articulaciones. Cuando el tiempo comienza a cambiar y a hacerse húmedo, empiezan a estrecharse los vasos capilares en el organismo, los cuales son muy delicados. Estas partículas duras se acumulan en ellos, se mueven y por el frote entre ellos se forma un calor innecesario, y vosotros sentís un cierto dolor. Puesto que estas no pueden pasar por los vasos capilares estrechados, a la gente le vino a la mente el poner compresas calientes. El lugar enfermo necesita calor para curarse. Al revés – sobre procesos inflamatorios grandes ponen compresas frías, para quitar la inflamación y para que no se ensanche. Ahora, regresemos al pensamiento principal: vosotros tenéis una sensación – sentís un dolor – y para quitarlo, vosotros debéis comenzar a pensar. Por tanto, la enfermedad ha llegado a consecuencia de la disminución de vuestra fe. En el hombre enfermo la fe está disminuida. Entonces debemos aumentar la fe. La fe no es un sentimiento. Si llega el sentimiento en vosotros, llegará y la enfermedad. Esta viene, puesto que ha disminuido vuestra capacidad de pensar, puesto que vuestra fe ha disminuido. Ahora, vosotros decís: “Yo tengo fe”. ¿Qué fe es esta que no puede quitar un dolor? El dolor se debe a la electricidad y al magnetismo que funcionan en el sistema nervioso y en la circulación sanguínea del hombre. La sangre, la cual fluye constantemente, debe pasar por los vasos capilares de todo el organismo, pero en alguna parte ocurre alguna acumulación y obstrucción, o sea, las comunicaciones viarias se quebrantan. Y tú, como un hombre razonable, debes reparar los caminos, para que fluya la sangre. Si hay acumulación en un sitio, ahí ya hay un mogollón. Imaginad que viene un ejército de 200-300 mil personas y con su gran impedimenta atasca los caminos a lo largo de unos cuantos kilómetros, ¡qué tumulto entre gente, caballos y coches ocurrirá! Y luego, cuando venga el enemigo, ¡qué jaleo ocurrirá! Hace falta mente para evitar una desdicha. Y la enfermedad muestra que vosotros no estáis organizados. Si no estáis organizados, no podéis ayudaros. Podéis hacer una prueba y comprobar si será exitosa. Imaginad que pasáis por alguna enfermedad; poned vuestras dos manos sobre la cabeza – a los dos lados del parietal – donde está el centro de la esperanza. O bien, haced una prueba y llamad a un amigo vuestro que pasa por fatalista. Por ejemplo, hay gente que es fácil de creer, a los cuales si dijeras que el burro vuela, que has encontrado un tonel con oro, o que has encontrado diamantes, te creerán. Esta gente tiene fe. Si tenéis tal amigo, váyanse a él y contadle de vuestra enfermedad. ¿Qué ocurrirá según vosotros? Cuando vais a aquel que cree, y le contáis de vuestra enfermedad, él creerá en la enfermedad y está aumentará. No vayáis a contar acerca de vuestra enfermedad a un hombre con una fe fuerte. Encontrad a uno que es incrédulo, y a él contad sobre vuestra enfermedad. No es que no crea, pero este hombre reflexiona y cuando le cuentes, él dirá: “Este trabajo no es así como lo representas”. Por ejemplo, tú dices: “¡Me duele la cabeza, me va a estallar!” Si cuentas que tu cabeza va a estallar, a aquel que tiene fe, él creerá en esto y el dolor aumentará dos veces más. No, no le cuentes nada acerca de tu dolor de cabeza. Dile que hace poco has comido una comida y que te ha hecho sentir tan agradablemente que te has sentido bien. Él creerá que tú estás sano y de esta manera te ayudará más. Esto significa que os curéis homeopáticamente. Dile que estás sano y él te creerá, aunque estés enfermo. Aunque te duela la pierna, tú dile: “Mi pierna camina muy bien”. Ahora, objetaréis que de esta manera vosotros le mentís. ¿Pues, cuando le cuentas de tu enfermedad, acaso no le mentís? ¿Ahora, qué forma podéis dar a la enfermedad? ¿Existe la enfermedad como una realidad en el mundo? Por ejemplo, algún amigo vuestro os aprieta de la mano y os causa dolor. En el caso dado esta es una sensación desagradable y exagerada. ¿Existe el dolor como una realidad? Existe, pero esta es una realidad relativa en el mundo. Siempre cuando un hombre piensa en un obstáculo dado en su vida, él puede vivirlo como un estado doloroso. Ahora se hacen pruebas en las cuales el hombre se pone en un estado hipnótico y se le sugestionan ciertos dolores. Por ejemplo, por la ley de la sugestión se le puede introducir el pensamiento de que su mano se ha quemado o que hay una fractura de la pierna. Algunos de vosotros han estudiado la ley de la sugestión y con frecuencia vosotros os enfermáis por sugestión. Veis a algún hombre enfermo y os decís: “y Yo me voy a enfermar”. Veis a un hombre cuyos ojos se han enrojecido y os decís: “Y mis ojos se van a enrojecer”. Si los ojos de este hombre se han enrojecido, hay causas para esto, y si en vosotros estas no existen, la enfermedad nunca puede manifestarse. Pero vosotros artificialmente creáis un dique. De una manera parecida frecuentemente tenéis y la siguiente experiencia en la escuela: estáis sentados en vuestro sitio, habéis aprendido vuestra lección, pero os decís: “¡Si el maestro me saca, olvidaré mi lección!” Y cuando os levantan, os estremecéis no sabéis por dónde empezar y en la mente del maestro pasáis por un alumno que no sabe su lección. ¿Cómo debéis corregir el error? Vosotros sabéis que os habéis aprendido la lección, pero tenéis miedo y os decís: “¿Si digo que lo sé, y de nuevo lo olvido? Es mejor callarme”. Preferís que os quede un 2. No, di a tu maestro: “¡Yo sé esta lección!”. Cuentan del famoso psicólogo Doctor Brown de la Universidad de Boston, que observaba en sus lecciones los conceptos de sujeto y objeto – que los objetos están fuera de nosotros y el sujeto está dentro del hombre. Mientras leía su lección, olvidó y preguntó: “¿Psicológicamente, soy un objeto en la Universidad o soy un sujeto en la universidad?” En el caso dado la cuestión queda no solucionada. Tú vives o en el mundo material o en el mundo Espiritual. ¿Cuál es vuestra imagen del mundo físico y del mundo Espiritual? ¿En qué se distingue un pensamiento puro? En el pensamiento puro, en general, no hay contradicción ninguna. Por principio existe percepción objetiva y subjetiva. En el aspecto subjetivo los sentimientos toman predominancia. Los objetos fuera de nosotros, pues, producen cierta acción. Por ejemplo, si os muestro un limón, inmediatamente vuestra boca empezará a llenarse con saliva. En este caso vosotros no solo pensáis, sino y sentís algo, o sea, ya tenéis una imagen. Ahora, llegamos a lo esencial. La fe es un centro que aporta energía al hombre. Cada sentimiento aporta cierta energía. Las capacidades representan otro tipo de energía, debéis saber entretejer estas energías nunca puedes lograr éxito en tu vida si no tienes fe, o sea, si no confías a la energía que la fe te aporta. Luego y tu razonabilidad, tu mente debe aportarte cierta energía, que fortalezca tu fe. Después de esto debes ser valiente, o sea, en apoyo de la fe debe llegar la valentía. ¿Dónde se encuentra la valentía del hombre y en qué se expresa esta? ¿Cuándo el hombre es valiente? Por ejemplo, vosotros decís: “Yo me atrevo a decir”. Esto significa que tú estás convencido – esto lo que hablas te atreves a decirlo de que es así. Para ser valiente debes disminuir la producción de miedo. A veces el centro del miedo produce tanta producción que llena el mercado con tanta mercancía, que no se puede vender. Hay neurasténicos en los cuales este sentimiento se despierta y produce pensamientos de todo tipo – si viaja en un coche, piensa que este se puede romper; por muy rico que sea, piensa que la casa se puede derrumbar sobre él; o piensa que por fuera le persiguen y si hacéis el movimiento más pequeño, él lo interpreta en un sentido malo. Este es el miedo en vosotros. Yo a veces observo cómo este cobarde dice: “¡Hemos caído en aprietos ya!” Vuestros pies se doblan, no podéis huir, no podéis pensar y decís: “¡La mía ya se acabó!” Este es el miedo en vosotros – mucha producción tiene él, por eso lo vendéis barato. Al revés – el hombre valiente tiene un valor dentro de sí. Gente, cuya cabeza por detrás es ancha, es valiente. De quienes la cabeza por detrás no es ancha, no son gente valiente. En algunos, en los cuales el sentimiento de miedo es fuertemente desarrollado, se produce un tipo de energía específico. Esta cuestión por ahora todavía no ha sido investigada. Ahora estudian los sentimientos y las capacidades. Cada capacidad y sentimiento produce un tipo de energía específico, la cual en un caso dado puede ser útil o nociva. No es que el sentimiento de miedo por si mismo sea nocivo, éste tiene lugar en el hombre, pero si el sentimiento de cautela produce más energía, esta te hará infeliz. Digamos que alguien ha leído algo de medicina y dice que sus intestinos no funcionan, y comienza a dolerle la barriga. En realidad él se está imaginando, sus intestinos funcionan muy bien. Pero puesto que ha comido una, una segunda, una tercera comida y los intestinos delgado y grueso están atascados con impurezas, están llenos como embutidos y todos los venenos empiezan a dispersarse por el cuerpo. En tal caso debéis tomar un depurativo, 1-2 días no comeréis y miraréis a purificar los intestinos para que funcionen correctamente. Preguntáis qué hacer. Por los dos lados de la cabeza, a donde las sienes, hay un centro del comer. Tú estás sentado, pero él es un parlanchín – siempre algo te habla. Comes una naranja, luego una manzana, venga, queso, luego queso blanco, venga alguna tarta para la Semana Santa, venga un huevo frito, luego tomarás baklava (una especie de pastel de hojaldre – n.d.t.), luego un café negro para la digestión, después de esto bebes un vaso de agua fría y al final dices: “¡No sé lo que me pasó, ya no estoy dispuesto!” Si quieres que tu cabeza esté pacífica, come una manzana, pero si quieres saborear de todas estas cosas, sentirás que el trabajo no va. Por la misma ley vosotros hacéis errores parecidos y en el mundo Espiritual – reunís en un lugar muchas cosas incompatibles. Con otras palabras, introducís en vuestro mundo espiritual o en vuestro mundo cordial imágenes incompatibles. Nunca introduzcáis imágenes incompatibles en vuestra imaginación. Por ejemplo, introducís en vuestra mente la imagen de una boa y de un conejo. Si vosotros sois intrépidos, es bueno que tengáis en vuestra mente un conejo, pero si sois más cobardes, no toquéis los conejos, porque estos os van a transmitir su miedo. El conejo puede causar utilidad en el mundo entonces cuando en alguna parte algún criminal piensa matar a alguien, pero éste le cruza el camino, le transmite de su miedo, el criminal se asusta y se niega de hacer el crimen. ¿Para qué están los conejos? – Para asustar a los criminales. Alguien se va para hacer alguna estafa, pero ve el conejo y comienza a pensar que un conejo le ha cruzado el camino o que un gato le ha cruzado el camino. Cuando pase el conejo siempre introduce miedo, tú ya no actúas con seguridad en ti mismo o caminas y empiezas a dudar si este trabajo será exitoso o no. El conejo ha atribuido su utilidad. El te encuentra y te pregunta: “¿Puesto que te vas a trabajar, lo has pensado bien?” Una vez llamaron al conejo, le dieron 2 pistoleras con pistolas y le nombraron en un servicio para arreglar el mundo. En el principio él pensaba que pondrá orden y arreglo, pero de repente se encontró en una situación difícil, tiró las pistoleras y huyó. Luego se fue al rey, dio su renuncia y dijo: “No me ha nombrado el Señor para dirigir a la gente, debo ir y ocupar mi servicio. Correr lo puedo, pero hacer a la gente valiente – para este trabajo no soy capaz. Encuentren otro en mi lugar”. Digo: No pongáis el conejo para arreglar vuestros trabajos, para poner orden y arreglo en vosotros. Muchas veces decidís hacer algo, prometéis, por ejemplo, a alguien 100 levas de préstamo, pero cuando regresáis a casa, reflexionáis, os asustáis y decís: “¿Si le doy 100 levas, yo qué voy a hacer? A mí este dinero me hace falta”. Y os negáis. Después de esto viene y otra posición: siempre cuando quieres librarte de un miedo, tú empiezas a mentir. Te preguntan: “¿Por qué no le diste el préstamo?” Dices: “Me dolió el estómago” o “Mi madre estaba enferma”. Ni tu madre estaba enferma, ni te dolió el estómago, pero simplemente tus consideraciones eran que te hace falta este dinero. Aquí viene y otro miedo – que tu amigo pueda ofenderse; y para camuflar el trabajo, mientes. De esta manera vosotros añadís muchas cosas que no son naturales. Pero digo: fortaleced la fe dentro de vosotros. Cuando vienen de la provincia aquí, muchos se animan, pero después de pasar 3-4 días, se desaniman y cuando llega el tiempo de irse, ya tiemblan y dicen: “¡Abandonamos un medio cultural!”. Si estuviera en su lugar, no pensaría que los hombres entre los cuales vosotros vivís son de lo más culturales. ¿Acaso pensáis que aquí sois más culturales que aquellos de allá? En vosotros veo un pulimiento por fuera, una cosa que no es esencial. Yo no me auto-engaño por la cortesía externa – esta cortesía la hay y en el mundo, incluso más grande. Si vais a algún banquete diplomático, ahí son muy corteses – el dueño saldrá, tomará tu abrigo, pero detrás de todo esto él esconde un concepto oculto de ti. Así que si y nosotros nos portamos así, no está mal, es bonito, pero esta creencia en las pruebas frecuentemente desaparece. Digamos que tienes unа opinión muy alta acerca de un amigo tuyo, le elogias, pero si un poco te pisa en alaguna parte, inmediatamente hierves. Hasta entonces no veías ningún defecto, pero una vez te pisó la flictena, inmediatamente empiezas a decir de él una cosa, segunda, tercera, cuarta. Mientras no te ha pisado le sacas como genial, talentoso, pero una vez pisarte, se vuelve un paleto ordinario y dices: “¡Él no sabe cómo actuar, no tiene comportamiento!” Mañana tu amigo se voltea y tú de nuevo le pones en su lugar viejo dentro de ti. De esta manera vosotros bien despedís a vuestros amigos en vosotros, bien de nuevo los eleváis y decís: “¡Ten cuidado para no quitarte de arriba!” Y tu amigo, para que no le quites de este pedestal, empieza a mentirte. Vosotros mutuamente no tenéis respeto y honra. Según yo, que tengas respeto y honra hacia un hombre significa que tengas la misma disposición que tienes hacia ti mismo. Yo nunca voy a entrometerme en un hombre. ¿En qué consiste la libertad? Nunca voy a entrometerme en mi amigo y causarle algo por lo cual él se lamentará. Y no es por esto de que no puede negarme algo, el que yo quiera que él haga esto que yo no puedo. Así vosotros ya pasáis las fronteras de la amistad y entonces os encontraréis en contradicción consigo mismos, perderéis lo bonito que tenéis. Me contaron el caso con una inglesa que se fue a los Alpes con su bien amado. Ella quería probar hasta qué punto su amigo está listo de hacer un sacrificio por ella, ve en un lugar muy peligroso y difícilmente alcanzable a un edelweiss y dice: “Me gustaría mucho tener esta flor”. Su amigo va, apenas se queda vivo, pero trae la flor y le dice: “¡Adiós, ya se acabó!” Con esto él quiso decir: “Yo no quiero tener un amigo que no piensa en mi vida y la expone al peligro”. Digo: nunca expongáis a vuestros amigos a un peligro grande, ni ellos deben exponeros a un peligro. Ahora, a veces vosotros sentís que tenéis dolor. Este es un aumento excesivo de vuestro miedo – cuando comienza a doleros algo, empezáis a pensar que moriréis, o pensáis que tenéis una desafinación del sistema nervioso y no podréis estudiar. Así ponéis un miedo que no tiene lugar. ¡Pensad razonablemente! La vida en la cual vivís es razonable – en cada paso estáis rodeados de condiciones razonables. He aquí lo que son las condiciones razonables: hace tiempo, por ejemplo, se hundían barcos de vapor, caían aeroplanos y nadie sabía dónde ocurrían estas catástrofes, y ahora dan por la radio señales, notifican exactamente la anchura y longitud geográfica de su posición, e inmediatamente todos los barcos de vapor que están cerca se apresuran para ayudar. Por lo tanto, ahora tenemos condiciones razonables. Así que digo: cread condiciones razonables. Digamos que os encontráis en una situación sin salida; ¿qué haréis vosotros entonces? – Retorcéis las manos y decís: “¡Voy a morir!” No, debéis tener una señalización. ¿Hacia dónde debéis enviar una señal? Dirigid vuestra mente hacia aquel mundo invisible Razonable y decid: “¡Que vengan a ayudarme, porque mi barco de vapor está en peligro!” No pasará ni media o una hora y os ayudarán – en vosotros aparecerá una idea luminosa. Haced una prueba. Decís ahora: “¿Quién sabe? Otro pues pregunta dónde encontrar al Señor. Tú no vas a encontrar al Señor, pero dale una señal. Si te has hundido, dirige tu mente hacia la parte superior de la cabeza, pon tu mano sobre los parietales y envía tu deseo. Tu pensamiento irá ahí donde está el Señor. Y si solo permaneces sentado, el Señor nunca vendrá. Él dice: “Búsquenme en día de aflicción”. El lugar más alto es el Señor – ahí está el aparato por el cual puedes señalizar. No es que el Señor está exactamente ahí, pero ahí está el lugar donde puedes buscar al Señor. Pero tú vas a la demás gente y preguntas: “Oiga, decidme dónde está el Señor”. Toma tus auriculares y di: “Desde aquí quiero hablar”. No estoy en contra de que te vayas a otro hombre si es que su auricular es mejor, pero si es peor que el tuyo ¿de qué te aprovecharás? Ahora decís: “Deja, este es un trabajo vacío, la gente sola creó a su Señor”. Si el Señor fue creado, este es un ídolo. Si algún filósofo puede convenceros que hay un Señor, vosotros habéis tardado mucho. Este filósofo puede ocuparme sólo con cosas que yo me las sé. Yo puedo comprobar si las cosas están así o no. ¿Cómo explicaréis esto que un hombre que no es filósofo y no puede reflexionar con todas estas fórmulas metafísicas con las cuales se sirven los filósofos, coge una piedra y cuando la aprieta, desde arriba sale fuego, desde abajo fluye agua, y en su mano se queda un pan? Ahora haréis la pregunta si es posible esto. Es posible, pero ahora no puede ocurrir. Hay probabilidad de que ocurra en el futuro, pero por ahora es imposible, ni uno de nosotros puede hacerlo. No solo esto, sino que y yo no puedo hacerlo en el caso dado. Pero esto no muestra que es una cosa imposible. Puedo daros la siguiente objeción: si tomáis un pan que está congelado a 30-40-50 grados de frío ¿podéis comerlo? Este pan será duro como una piedra, e inútil. Pero si lo tomáis y lo ponéis en el horno, después de media hora este se calentará y podréis utilizarlo para comer. ¿Verdad entonces que de esta piedra y agua saldrá, y caliente se volverá y como pan podréis comerlo? Ahora yo esto puedo hacer – puedo este pan congelado después de una media hora hacerlo apto para comer. ¿Verdad que el pan seco y duro que no puede comerse, vosotros lo ponéis en un huevo y agua caliente, luego lo ponéis en el sartén para suavizarse y así lo ofrecéis a vuestro amigo? Y él dice: “Muy sabrosa es esta comida”. Así que digo: en todos vuestros estados de sufrimiento vosotros debéis tomar predominancia en sí mismos. Llegaran diferentes estados. Alguna vez pensaréis que sabéis mucho, pero esto es un sentir y en realidad no es así. Alguna vez y yo pienso que soy muy fuerte. Yo frecuentemente hago pruebas y veo lo que puedo hacer. Llego a una piedra grande, no puedo levantarla y digo: “Limitada está mi fuerza”. Verdaderamente, esta piedra no puedo moverla, porque, digamos, que es de 1000 kilogramos, pero si pongo palancas complejas, pedo levantarla. Por tanto hay dificultades con las cuales puedo arreglármelas, pero hace falta pensamiento. Las dificultades en la Vida son piedras grandes que no podéis levantar y debéis utilizar palancas. Las palancas son las capacidades humanas. Si vuestras capacidades no están desarrolladas y vuestro pensamiento no trabaja, no podréis levantar la piedra. Debéis esforzarse para levantar la dificultad con palancas. Primeramente id desarrollando fe, para que veáis hasta qué punto podéis hacer algo. Haced una prueba microscópica – creed hasta donde sea posible. Esto en lo cual creéis, es la prueba más pequeña que es posible hacer. Luego, quiero que reflexionéis. Vosotros a veces os cogéis de las sienes. ¡No hagáis así! ¿Qué significan los pómulos de vuestro rostro? Los pómulos muestran un organismo resistente y elástico. Y la línea bajo los pómulos, a los lados de las mejillas expresan cómo es el estado del estómago. La existencia ahí de una concavidad muestra que el sistema digestivo es poco desarrollado. Por tanto, si los pómulos son protuberantes y el estómago es poco desarrollado, a lo mejor la mitad de la energía de aguante disminuye. Si el hombre tiene concavidades bajo los pómulos, debe tomar medidas. No debéis dar al estómago un alimento que difícilmente se digiere, pero debéis introducir un alimento fácil de digerir. Al estómago darás poca comida – por supuesto, no tan poco como para pasar hambre. De esta manera podéis corregir la línea del estómago. Al revés – si esta línea es convexa, el carácter humano tiene otra expresión. Ahora, no quiero detenerme extensamente sobre esta cuestión, porque perderemos la línea básica de la lección. La parte posterior del rostro no debe estar ancha, como los pómulos, porque los últimos tienen que ver con el carácter humano. Para que se formen los pómulos en un hombre, han actuado muchos sentimientos y muchas capacidades, y así esta parte del rostro es convexa. Los chinos, en los cuales los pómulos están demasiado desarrollados, son un pueblo conservador. El sentimiento de comer en ellos también está fuertemente desarrollado – no hay gente en el mundo que se complace más en el comer que los chinos. Y la providencia ha puesto esta gente en las condiciones más difíciles para comer – es tan densa la población china. Cuando encuentran algo de comer, ellos lo consideran como una gran felicidad y comen desordenadamente. Ahora, quiero acercaros a un pensamiento: no mezcléis desordenadamente vuestros sentimientos, no dejéis que el miedo tome predominancia en vuestra conciencia y que penséis que vuestro trabajo está terminado, que estáis enfermos, que vuestro sistema nervioso está desafinado, que no sois capaces. ¿Por qué tenéis que asustaros a sí mismos? Por ejemplo, alguien dice: “¡La mía ya se acabó!” Cuando pensáis así, vosotros queréis que por fuera os alienten, o sea, cuando os quejáis, vosotros buscáis alguna gente que os aliente. Muy raras veces encontraréis a alguien que os dirá: “Tu eres un hombre capaz”. A veces cuando os quejáis a alguien y os decís que no sois capaces, aquel puede deciros: “Esto es así”. No contéis que sois incapaces, tened fe de que todo comprendéis, tened fe de que tenéis capacidades musicales y cantad, tened fe que comprendéis las matemáticas y podéis solucionar deberes complicados. Ahora, ¿cuáles son los textos musicales más bellos? ¿Qué textos son incorrectos? – 5/7. ¿En qué canciones tenéis este tacto? ¿Pues 2/2, 3/2 qué tactos son? – Correctos. Ahora, imaginad que tenéis un mundo unidimensional AB. Un ser puede pensar que este mundo es ilimitado, pero este mundo unidimensional se limita por uno bidimensional, el mundo bidimensional pues se limita por uno tridimensional. No puedes pensar que la superficie es todo – esta se limita por el cuerpo. El mundo bidimensional se mueve en dos direcciones – hacia adelante y hacia atrás. ¿Cuándo la recta AC cruza el mundo unidimensional, hacia dónde se mueve? – Entra en la superficie. Cuando tú, con los conocimientos del mundo unidimensional pases al bidimensional, en ti entrará algo nuevo, pensarás cosas que antes no has pensado, adquirirás una nueva capacidad, algo inusual. Tu no podrás darte cuenta, pero constatarás que esto lo que estaba en el mundo unidimensional, ahora ocurre y en el bidimensional. Cuando en nuestro mundo se proyectan mundos superiores, puesto que son de otra dimensión, con frecuencia ocurren algunas cosas específicas. Por ejemplo, en vuestro campo físico es imposible amar a un hombre. Pero lo imposible en el campo físico es posible en el mundo Espiritual. Esto lo que es imposible amarlo en el mundo Espiritual, es posible amarlo en el mundo Mental. Esto lo que en el mundo mental no podéis hacer, es posible hacerlo en el mundo Divino. Decimos: “Deben cambiar las condiciones”. Las condiciones cambian siempre cuando vienen las dimensiones superiores al mundo. Digamos que tienes ciertas condiciones en las cuales nada puedes hacer; debes entrar en un mundo superior, que interfieran dentro de tu comprensión para que algo se haga posible. Por ejemplo, en un dado estado físico tú no puedes curarte, pero si haces un cruzamiento en el mundo Espiritual, se te puede sugestionar, se te puede dar una cura y puedes sanar. Si un hombre se magnetiza, si le dices que cenará y cree en esto, él sanará; si no cree, no sanará. Digo: no os auto-engañéis, así introducís la incredulidad. Yo llamo a la fe un mundo tridimensional. La incredulidad también es un mundo tridimensional, solo que la fe está en escala ascendente, y la incredulidad en descendente. Según yo, la línea AB es la fe, y DC es la incredulidad. La incredulidad es esto lo que quiere tomar. Aquel que cree, tiene abundantemente y da. El incrédulo es aquel que quiere tomar. El que ama, nunca busca que le amen – él tiene abundantemente, él es generoso y da. Cualquier energía que ha acumulado, él quiere dispensarla. En la Naturaleza a todos nosotros nos quieren enseñar a dar más que a tomar. Mientras tomas más, tú estás en un estado; mientras das más, tú estás en otro estado. Hay energías que se expresan en los sentimientos. En el cerebro existen más de 100 centros, en los cuales se desarrollan 100 tipos de energías. Y cuando estas energías se expresan, todo esto debe dispensarse, que no quede ningún exceso. La Naturaleza no aguanta excesos. La gente siempre sufre de dos cosas: o no tienen suficiente, o tienen en exceso. Puedes sufrir y del uno, y del otro. Puedes sufrir de un hambre excesiva, puedes sufrir y de una abundancia de comida. Un sufrimiento puede llegar por falta de energía, o puede llegar por abundancia de energía. Cuando todas estas energías se balancean, entonces hay equilibrio en las capacidades humanas, o sea, hay correlación entre los sentimientos del hombre. Primero, hay armonía entre las capacidades superiores y los sentimientos morales superiores. Luego, hay armonía entre los sentimientos personales y una categoría de sentimientos inferiores. Tercero, hay armonía entre los sentimientos sociales y los personales. Luego, hay armonía entre los sentimientos de auto-conservación que se ayudan unos a otros y el estado es saludable. Al revés – cuando los sentimientos inferiores se vuelven amos del hombre, la mente y las aspiraciones del hombre se esclavizan. Digo: Siempre procurad tened equilibrio entre vuestra mente superior y los sentimientos morales superiores. En general, todos vuestros sentimientos deben estar armonizados con la mente superior y con vuestros sentimientos morales superiores. Esta es la posición natural para que estéis sanos. Digamos que estáis enfermos; esta enfermedad en un minuto puede pasar y que digáis: “¡Soy sano!” En el mundo en el cual vivís, enfermos no podéis ser. ¡Creed y ocurrirá, nada más! Si solo no puedes hacerlo, reúnanse dos; si dos no podéis hacerlo, reúnanse cuatro, diez personas. Hay abuelas, que hacen hechizos y curan. Aquí hay una hermana nuestra que cura verrugas con sal robada. Los médicos las operan y esta hermana hace hechizos con sal robada, y estas desaparecen. ¿Cómo explicaréis esto? Ella de abuelos ha heredado esta capacidad – cuando les empuje un poco y diga: “¡Que te quites!”, y se quitan. Y algunos otros toman sal robada, pero las verrugas no se quitan. Si alguno de vosotros no cree y si tiene estas verrugas, puede hacer una prueba con esta hermana. Estos son ya dones específicos. Esto muestra que en ella hay ciertos sentimientos acoplados, acumulados, un cierto tipo de energías asimiladas. Cuando tales abuelas toman y empiezan a girar, giran la mano sobre la barriga del enfermo, miras – la enfermedad ha desaparecido. La abuela gira un poco su mano, sopla y la enfermedad desaparece, otra pues sopla, pero no se quita. Digo: esta abuela puede hacer esto puesto que cree. En este aspecto y yo la respeto, porque en ella hay algo más, comprende más. Poco conocimiento tiene, pero cuando pone la mano en el sitio enfermo y le sopla tres veces, la enfermedad desaparece. ¿Ahora, qué comprendisteis? Desarrollad en sí mismos la fe, desarrollad vuestra razonabilidad superior. No deis lugar a un miedo innecesario que puede aparecer como: menosprecio, devaluación, pérdida de fe y desánimo. En el alma de aquel que es incrédulo ya hay un miedo. Todos los incrédulos son extremadamente cobardes. Puesto que tienen sentimientos personales fuertemente desarrollados, ellos son y muy pundonorosos. Ellos piensan que Dios les reprime y dicen: “¡No Le queremos!” Ellos son tipos saturninos – no quieren que el Señor domine y para alentarse un poco dicen: “¡No hay tal Señor!” Cuando Le quiten, esperan ser un poco más libres y hacer lo que quieran. Ellos desean hacer algo, pero cuando mantienen al Señor en su mente y sienten que él les observa, no pueden hacerlo. Por eso, tienen que quitarle y se vuelven incrédulos. Pero cuando Le quitan, Él de nuevo les observa. El Señor tiene los puntos de vista más amplios – deja que cada uno haga libremente lo que quiere. El Señor no detiene a nadie. Él es tan capaz que cualquier cosa que hagas no te va a detener, incluso te elogiará, pero dice: “¡Sufrirás daño!” Si estás listo de sufrir, para nada te va a detener. Luego tú te vas a lamentar. Quieres hacer algo bueno – el Señor permanece callado, quieres hacer algo malo – el Señor de nuevo permanece callado. Quieres robar – el Señor dice: “Roba”, quieres matar – el Señor dice: “Mata”, quieres dar – el Señor dice: “Da”. ¿Cuáles serán los resultados? Si matas a alguien, por cuatro generaciones no serás libre y para librarte debes devolver la vida a este de quien la has quitado. Digo: desarrollad la fe positiva, o sea, dad paso a lo positivo. Conectad la fe con vuestra mente. Cuando algo os pega y os desanima, decís: “Se acabó la nuestra”. Nada ha acabado. La escuela termina cuando aprendéis todo lo que se enseña. Vosotros apenas ahora habéis empezado a estudiar – sabéis calcular que 5 x 5 es 25. Esto habéis aprendido en el campo físico. ¿Podéis traducir la fórmula “5x5 es 25”? Si ponéis en inversión 5 liras inglesas, vosotros ganáis. Si tomáis 5 piojos y los aumentéis por 5 llegarán a ser 25. Si aumentáis 5 liras por 5, se hacen 25 liras, ¿pero si aumentáis los piojos, qué adquiriréis? Debéis comprender esta ley. Vosotros habéis empezado a multiplicar los sentimientos negativos por 5. No los multipliquéis. ¡Si vienen los piojos, ninguna multiplicación! ¡Ni tampoco los reunáis en un lugar! Manténganlos en algún lugar aislados – solo por un ejemplar como en el museo. Desarrollad fe en vosotros mismos. A veces me gusta la gente mundana – fe tienen ellos. Si pierden algo o están enfermos, dicen: “Se arreglarán los trabajos”. Y vosotros, que sois ocultistas, por completo os habéis hundido. Pensáis que como permanecéis en el Izgrev, un día la gente os va a reconocer como grandes aristócratas. Decís: “Soy ocultista, tengo conocimientos”. Dejad vuestros conocimientos, ¿qué atribuiréis con ellos al mundo? Solo un hombre que tiene fe puede atribuir algo a la gente. Cuando tal cree y habla a los demás, incluso y sin hablar, la gente se influencia y comienzan a creer. Cuando un conejo transmite su estado de ánimo a un criminal y aquel se vuelve como un conejo, el último ya ha atribuido algo. Entonces encuentro al conejo y le digo: “¡Bravo!” Del conejo me gustan también y las orejas largas. Cuando levanta sus orejas hacia arriba, para mí esto es una cosa bella. Estas muestran un corazón amplio – el conejo es generoso y en este miedo que existe en él, él de nuevo es optimista. Le pega un arbusto, él salta, pero dice: “¡No pasa nada, pasará esta cosa!”. Es tan cobarde, pero una fe tan fuerte tiene. Si queréis fe, contaréis con el conejo. Digo: tened la fe del conejo – y en las peores condiciones sus orejas son largas. El es tan cobarde, pero si en alguna parte hay cebolla roja, él sin falta la encontrará para comerla. Solo el camino luminoso de la Sabiduría guía hacia la Verdad. En la Verdad está escondida la Vida. 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